TY - BOOK AU - Calderón López Velarde,Jaime Rogelio AU - Aguayo Rendón,Luis Manuel AU - Ávila Gómez,Hugo TI - Formación, investigación y mejora docente: : narrativas sobre experiencias didácticas en posgrados en educación SN - 9786079455682 U1 - 370.7 PY - 2018/// CY - México: PB - Universidad Pedagógica Nacional Unidad Zacatecas, KW - Educación KW - Investigación KW - Estrategias didácticas KW - Profesionalización N1 - Profesionalización, formación para la investigación. — Perspectivateórica y metodológica. — Estrategias didácticas para la construcción del problema. — Estrategias didácticas para la revisión de la Literatura. — Estrategias didácticas para la integración de la teoría N2 - La investigación narrativa, la formación y la práctica docente Relatos educativos para la transformación: el enfoque narrati-vo y el mundo de la investigación educativa, la formación docente y la práctica escolar " Daniel Hugo Suárez e Ignacio Rivas Flores Voltaire finaliza su obra cumbre, Cándido, afirmando que si bien "todos los sucesos están encadenados en el mejor de los mundos posibles […] es menester labrar nuestra huerta". En los tiempos que nos movemos no puede ser más actual esta referencia, ni tan oportuna su resonancia. Nos da qué pensar sobre lo que acontece y sobre lo que podemos imaginar y hacer en educación. Hasta los últimos años, la expansión de la investigación educativa vino siendo realmente importante en la mayoría de los países. La difusión de los resultados de la actividad se ha universalizado de forma significativa. Aparentemente nunca antes había habido tal acumulación de conocimiento, ni su circulación y recepción habían sido tan accesibles. Tampoco en ningún otro momento se pregonó tanto acerca del valor estra-tégico, estructural, que supuestamente tiene el conocimiento para el control del mundo, de la riqueza, del mercado y de la educación. La "sociedad del conocimiento" le confiere a la educación un lugar preponderante, privilegiado, y promete convertirla en la sede del espíritu innovador y emprendedor de la época. Sin embargo, es evidente que, cada vez más, en educación estamos siendo estimulados a dejarnos llevar por la inercia de prácticas obsoletas o, cuanto menos, recluidas en tópicos establecidos. Una suerte de conservadurismo y cierto cinismo profesional invaden nuestro territorio. Desde las políticas educativas y programas ministeriales se estimulan formas de pedagogía y didáctica que no habilitan la innovación y mucho menos la participación de los docentes en la producción de saber sobre la escuela. Tampoco se disponen espacios y momentos para articular el conocimiento disponible con las experiencias de formación que tienen lugar mediante las prácticas educativas. Desde esta perspectiva, todo parecería indicar que los paradigmas hegemónicos de investigación no están ayudando mucho al cambio democrático de los sistemas educativos y, mucho menos, a dotar de sentido lo que venimos haciendo día a día en las aulas. Por el contrario, las modalidades dominantes de investigación educativa, las que son validadas en los ministerios, en sus oficinas técnicas, en los organismos internacionales y en el sentido común, son las que resultan funcionales a la lógica de estandarización y medición de la práctica docente. Son las que alimentan o soslayan la retórica de la calidad ER -