Kertész, Imre

Sin destino: Novela Por Imre Kertész, traducciónn de Judith Xantus - 173 páginas. 21 cm. - Premio Nobel No.24 .

Publicada en 1975 y considerada hoy por muchos una obra maestra del pasado
siglo, Sin destino ―la historia de un adolescente judío enviado a Auschwitz―
suscitó y aún suscita en algunos una reacción de rechazo ante el tono
singularmente apático (en el sentido más literal de impasibilidad del ánimo) con
que el protagonista encara las más terribles experiencias. Pero no se trata de
indiferencia ante la catástrofe.
Narrada por un joven, para quien los códigos morales caducos de sus mayores
son inservibles en Auschwitz, lo que algunos han malentendido como mirada cínica
es, al contrario, la actitud candorosa, cargada de inocencia, de alguien que debe
orientarse en el peor infierno posible, privado de cualquier punto de referencia.
Para György Köves, el adolescente protagonista de la novela, no existen buenos ni
malos, sino gente que ordena y gente que obedece, y no se plantea cuestionar la
autoridad más que si estuviera en un internado. El motivo es que György es ya, de
pleno derecho, un habitante del universo totalitario; no un régimen de terror
impuesto por unos monstruos, sino un orden racional, aunque incomprensible,
donde el asesinato planificado es sólo un negociado más del organigrama. Se trata
además de un orden querido y aceptado por amplias capas de la población ―tal
vez la mayoría― en muchos lugares, ¿o alguien piensa todavía que los Hitler,
Stalin o Franco hubieran podido aguantar tanto tiempo sólo con la represión?

Publicada en 1975 y considerada hoy por muchos una obra maestra del pasado
siglo, Sin destino ―la historia de un adolescente judío enviado a Auschwitz―
suscitó y aún suscita en algunos una reacción de rechazo ante el tono
singularmente apático (en el sentido más literal de impasibilidad del ánimo) con
que el protagonista encara las más terribles experiencias. Pero no se trata de
indiferencia ante la catástrofe.
Narrada por un joven, para quien los códigos morales caducos de sus mayores
son inservibles en Auschwitz, lo que algunos han malentendido como mirada cínica
es, al contrario, la actitud candorosa, cargada de inocencia, de alguien que debe
orientarse en el peor infierno posible, privado de cualquier punto de referencia.
Para György Köves, el adolescente protagonista de la novela, no existen buenos ni
malos, sino gente que ordena y gente que obedece, y no se plantea cuestionar la
autoridad más que si estuviera en un internado. El motivo es que György es ya, de
pleno derecho, un habitante del universo totalitario; no un régimen de terror
impuesto por unos monstruos, sino un orden racional, aunque incomprensible,
donde el asesinato planificado es sólo un negociado más del organigrama. Se trata
además de un orden querido y aceptado por amplias capas de la población ―tal
vez la mayoría― en muchos lugares, ¿o alguien piensa todavía que los Hitler,
Stalin o Franco hubieran podido aguantar tanto tiempo sólo con la represión?

8496118231


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Novela Narración Literaria Heridas que no cicatrizan

A863 / K41

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